Pasé el otoño del año pasado persiguiendo una maleta de ciudad en ciudad en giras por Reino Unido y los EE.UU., promoviendo mi nuevo libro sobre la oración. A lo largo del camino, obtuve una perspectiva general de la iglesia, y entre mis observaciones, las siguientes resaltan.
Los cristianos en gran bretaña parecen mas comprometidos con su fe que sus contrapartes en los EE.UU. En una nación donde solo el 6 por ciento de la población asiste a la iglesia, no hay una superposición de Cristianismo cultural ni ventaja social por ser de afiliación cristiana. Como he observado en otros países, cuando los cristianos constituyen una pequeña minoría, son también más propensos a trabajar juntos. Con su impresionante infraestructura, las iglesias americanas tienen la tendencia a hacer las cosas por su propia cuenta o dentro de una denominación. Otra diferencia más: el público británico todavía tienen hambre de contenido, mientras que en América el contenido se digiere mejor si va cubierto de entretenimiento.
Si tomas tus conclusiones de CNN, verías a cristianos, y especialmente evangélicos, como un bloque de votantes a ser manipulado por los políticos, con noticias sobre ellos salpicados por el escandalo sexual ocasional. Mira en tu propia persona, sin embargo, y te encontrarás con un incontable numero de personas de fe quienes están intentando seguir a Jesús sinceramente, incluso cuando esto va contra los principios de la cultura.
En mis viajes me tocó el corazón la comunidad Amish, a unos pocos kilómetros del lugar de la masacre en la escuela las minas de nickel. Las noticias acerca de la tragedia se desvanecieron rápidamente en los EE.UU., pero no alrededor del mundo. Los lectores internacionales estaban fascinados por un grupo que evitaba las vestiduras modernas y las conveniencias y quienes respondían con una forma tan distinta a la americana a un acto de violencia.
De hecho, 2400 artículos en la prensa mundial desatacaron el tema del perdón. Mas de la mitad de aquellos que atendieron al funeral del asesino eran Amish. "Nosotros pecamos también", dijeron, abrazando a la viuda del hombre que mató a sus niños. "¿no nos dijo Jesús que perdonaramos a otros como Dios nos perdonó a nosotros?"
Me reuno con cristianos ordinarios quienes se dedican a la ayuda de diversos grupos de personas, desde personas sin hogar en Pennsylvania y los desertores de la escuela en el centro de la ciudad en Nueva Jersey hasta estudiantes asiáticos en Harvard y ejecutivos de Silicon Valley [Valle de Silicio]. Las iglesias americanas movilizan miles de tales ministerios, sin mencionar los viajes misioneros a países menos desarrollados. Pocas de estas actividades son reportadas por CNN.
¡Por Dios, como ha cambiado la arquitectura de la iglesia! Hablé a una iglesia de 300 años en Connecticut a la que Jonathan Edwards asistió cuando era adolescente. Permanecen las bancas de madera que solían alquilar a familias que se sentaban juntas en una cuadra alrededor de una estufa. Como resultado, la mitad de los oyentes están de espaldas al orador. A lo largo del continente en California, Las iglesias están rehabilitando depósitos y centros comerciales, instalando asientos lujosos y pantallas gigantescas en las cuales proyectan coros de alabanza.
El mundo está lleno de dolor. La prosperidad prometida por la televisión religiosa debe existir en algún universo paralelo al que encuentro cuando visito las iglesias en persona. a pesar de todas sus fallas y fracasos, la iglesia ofrece un lugar para las heridas y la búsqueda de significado en tiempos de miseria y de lucha.
Un hombre mayor con una exhuberante barba que caminaba arrastrando los pies me dijo entre dientes: "Dios me dio la enfermedad de Parkinson. ¿Cómo puedo pensar que Él escucha de alguna manera lo que tengo que decirle en oración?"
Una mujer me contó que oró con desesperación durante sus 19 años de matrimonio abusivo, "Señor, si alguien es atropellado por un conductor ebrio, que sea mi esposo".
Conocí a una mujer afligida con esclerosis múltiple, asombrosamente joven, quien vino cojeando para decirme que estaba aprendiendo todo lo que podía acerca de la oración debido a que su enfermedad estaba progresando tan rápido que pronto sería capaz de hacer un mucho menos.
He oído de suicidios, defectos de nacimiento, niños atropellados por camiones, y adolescentes violadas. Una mujer, ordenada ahora como ministro, habló sobre un periodo oscuro luego que su hijo murió cuando durante 18 meses ella no podía venir a la oración. Ella rogó una vez, "¡Dios, no quiero morir así, con toda comunicación interrumpida!" Aun así, le tomó 6 meses meses más antes que ella pudiera volver a orar de nuevo.
En una reunión, un muchacho de 20 años vino al micrófono y me reprendió por no tomar literalmente la promesa acerca de que la fe puede mover montañas. Estuve de acuerdo con él en que necesitaba una gran dosis de tal fe infantil, pero al mismo tiempo, no puedo deshonrar el dolor de la gente que sufre al decirle que su fe es de alguna manera defectuosa.
De tales personas, aprendo que la vida no es un problema para ser resuelto sino un misterio para ser vivido. La oración no ofrece garantías férreas, solo la promesa segura de que no necesitamos vivir este misterio de manera solitaria.
Fuente: Christianity Today
Anyul Rivas, solo quiero extenderle mis mas sinceras felicitaciones por el trabajo que usted esta realizando. no se alcanza a imaginar lo que representa esta gran bendicion para mi. continue adelante que por lo menos en mi siempre va encontrar un lector fiel a vuestro trabajo
ResponderBorrarSigo leyendo Anyul. Gracias por todo tu esfuerzo. Estas partes que he leído me han ayudado mucho.
ResponderBorrarSaludos.