jueves, 19 de noviembre de 2009

'O, Evangelicos!'

No necesitamos abandonar nuestro nombre - solo vivir a la altura de su significado.

Esta será mi columna final para Christianity Today - por un tiempo, al menos. Luego de escribir columnas desde 1983, he decidido tomar un descanso. Ya que esta revista se describe a sí misma como una "de convicción evangélica", parece apropiado usar esta última columna para realizar algunas observaciones generales sobre el movimiento.

El evangelicalismo se ha vuelto un fenómeno global. El año pasado visité el Medio Este, India, África, América Latina, y Europa como el invitado de iglesias y ministerios. En cada lugar, los evangélicos exudan vida y energía. Mientras que las iglesias serias cambian lentamente, los evangélicos tienden a tener pies ligeros, adaptándose rápidamente a las tendencias culturales.

El movimiento de Jesús, el movimiento de iglesias en casas, iglesias sensibles a los buscadores, iglesias emergentes - los evangélicos han generado todos estos. En su estela, los grupos de adoración han reemplazado órganos y coros, diapositivas de PowerPoint y clips de vídeo ahora avivan los sermones, y barras de café esspreso mantienen a los congregantes despiertos. Si una técnica no funciona, encuentran una que lo haga.

Aunque admiro la innovación, yo advertiría que imitar las tendencias culturales tiene un lado negativo. En una conferencia de líderes juveniles a la que asistí, por adoración querían decir tener a un Dj tocando música técno con el volumen similar a un motor de Jet mientras una audiencia sudorosa llenaba el escenario, saltando mientras cantaban estrofas espirituales. A riesgo de sonar anticuado, no podía dejar de cuestionar la profundidad de la adoración. Los seminarios recomiendan ahora sermones de 15 minutos a la luz de periodos de atención más cortos. Publicistas quieren libros más delgados, con palabras y conceptos más simples. ¿Tendremos pronto un evangelio Twitter de 140 caracteres?

Quizá debemos presentar una alternativa a la cultura prevaleciente en lugar de simplemente adoptarla. ¿Cómo sería una iglesia que creara un espacio para la quietud, que rechazara las tendencias de celebridades y se desconectara de los medios que le rodean, que resista activamente la cultura consumista? ¿cómo sería la adoración si esta fuera dirigida más hacia Dios que hacia nuestras preferencias de entretenimiento?

Tenemos mucho que aprender de otras tradiciones Cristianas. Con toda su prominencia, los evangélicos todavía constituyen una pequeña parte del mundo. Menos de un tercio de la población mundial se identifica como Cristiano/a. De estos,  casi dos tercios son Católicos, Ortodoxos, o casi católicos. De los cristianos restantes, casi el 10 por ciento de la población mundial, muchos se resistirían a ser etiquetados evangélicos.

Mientras escribía un libro sobre la oración, aprendí mucho más de los católicos que de algún otro grupo. Ellos, después de todo, han dedicado órdenes enteras a esta práctica. Aprendí el misterio y la reverencia de la Iglesia Ortodoxa del Este. En la música, en la adoración, en teología, ellos me enseñaron el mysterium tremendum involucrado cuando nosotros los débiles seres humanos nos acercamos al Dios del universo.

Mientras examino el movimiento evangélico observo muchas cosas buenas, pero también muchas cosas que pueden mejorarse. Nuestra historia incluye desunión - ¿Cuántas denominaciones diferentes representa esta revista? - y un pasado que incluye lapsos en ética y juicio. Hemos dado energía a la fe, pero también hemos traído división. Celebramos la transformación del individuo, pero muy frecuentemente nos quedamos cortos en nuestra meta más grande de transformar la sociedad.

Me entristece escuchar la caricatura de los medios que muestra a los evangélicos como fanáticos de derecha. La palabra evangelio significa "buenas noticias", y he observado como ese mensaje se transmite de maneras creativas y prácticas en alrededor de 50 países. Pero puedo ver de dónde el medio obtiene el estereotipo. Tengo una carpeta de correos electrónicos abrasadores de evangélicos durante las elecciones presidenciales del 2008, y una colección más reciente propagando temores acerca de las propuestas para la reforma de salud. Estas suplementan una carpeta aún más grande con temas sobre homosexuales. Los evangélicos no siempre han hallado una manera de combinar actos de amor con un espíritu amoroso.

En una tendencia alentadora, la división del evangelio fundamentalista-social que marcó la iglesia hace un siglo hace mucho de desapareció. Ahora las organizaciones evangélicas van a la vanguardia en esfuerzos tales como alivio y desarrollo, micro créditos, ministerios para el HIV/SIDA, y el alcance a las trabajadoras sexuales. He visitado ministerios prósperos entre las comunidades de desecho de basura en las afuera de Manila, el Cairo, y en Ciudad Guatemala, los evangélicos han tomado en serio el llamado de Jesús de cuidar a "los más pequeños".

Recientemente escuché de un amigo que visitó un barrio en Sao Paulo, Brasil. Él se puso nervioso cuando se dio cuenta de unos soldados a pie de capos de la droga haciendo guardia sosteniendo armas automáticas. Se estaban fijando en él, un gringo invadiendo su territorio. "entonces el capo de ese vecindario se dio cuenta de mi franela, la cual tenía el logo de una iglesia pentecostal. Él rompió con una sonrisa: "O, evangélicos" nos llamó, dándonos un abrazo. Durante años, esa iglesia ha cuidado a los niños del barrio, y ahora eran bienvenidos alegremente."

Algunos de mis amigos creen que debemos abandonar la palabra evangélico. Yo no. Simplemente anhelo que podamos vivir a la altura del significado de nuestro nombre.


© Christianity Today, Noviembre, 2009. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
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