Después de que el escritor Philip Yancey y su esposa llegaran a su vigésimo quinto aniversario de bodas, él reflexionó así respecto de su experiencia:
Antes del matrimonio, cada uno lucha instintivamente por ser lo que el otro desea. La joven anhela lucir bonita y se interesa en los deportes. El joven se fija en plantas y flores, y se dedica a hacer preguntas en lugar de contestar simplemente con monosílabos. Después del matrimonio el proceso disminuye, y se invierte un poco. Cada uno exige sus derechos. Cada uno se niega a ceder a la voluntad del otro.
Sin embargo, con el paso de los años el procedimiento podría comenzar sutilmente a invertirse otra vez. Siento una buena disposición de volver a ceder a lo que ella quiere, esta vez de manera madura, y no por el deseo de "atrapar" compañera sino por el de agradar a alguien con quien he pasado un cuarto de siglo de vida. Qué pena que haya parejas que renuncian antes de alcanzar esa fase.
Tomado del libro Ilustraciones perfectas publicado por Unilit. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
Fuente: Desarrollo Cristiano
Que bueno
ResponderBorrarDesconozco a Yancey acá.
ResponderBorrarUn Yancey recetario en ristre no es Yancey. Lo escribió porque él pudo, no solamente por él quiso.
Pero bueno... lo quiero igual.
Todos los humanos estamos formados de diferentes faces de lo que somos en nuestra individualidad, y el matrimonio y la convivencia es una de estas fases que tienen cualquiera de los predicadores o escritores. Yancey está escribiendo de una realidad que ya han dicho tantos otros, algo raro para él, pero es parte de lo que él es.
ResponderBorrarGracias por compartirlo Anyul