Un amigo mío conoce a un pastor anciano que predicó un emocionante sermón titulado "es viernes, pero el domingo se acerca". En una cadencia que incrementa el tempo y el volumen, su sermón contrasta como se veía el mundo el viernes - cuando las fuerzas del mal parecían haber triunfado- a cómo se veía el Domingo. Los discípulos que vivieron a través de ambos días nunca más dudaron de Dios. Aprendieron que cuando Dios parece estar más ausente, está más cerca que nunca.
El sermón omite un día, sin embargo, - el sábado - el día sin nombre. Lo que los discípulos vivieron en pequeña escala, nosotros lo vivimos ahora en escala cósmica. Es sábado en el planeta tierra; ¿será Domingo alguna vez?
El oscuro viernes del Gólgota puede ser llamado bueno solamente por lo que sucedió el domingo. La Semana Santa abrió una grieta en un universo en vía a la decadencia. Y algún día Dios engrandecerá el milagro de la Semana Santa a gran escala.
Mientras tanto, esperamos con anticipación y esperanza, viviendo nuestros días en Sábado, el día de en medio que no tiene nombre.
Es sábado, pero el domingo ya se acerca.
Philip Yancey Fuente: Married Without Children